Señales de que tu Fosa Séptica necesita mantenimiento
Si tu casa cuenta actualmente con un sistema séptico, necesitas leer este artículo preparado […]
Seguir Leyendo...¡Cuidado! Vaciar una fosa séptica requiere de profesionales
Publicado el: 1 diciembre, 2021
La fosa séptica es la encargada de recoger y lidiar con las aguas residuales negras o fecales que se generan diariamente. Por este motivo, es muy importante el mantenimiento de la fosa séptica, pues en caso contrario, podría causar problemas graves de salud en la casa o edificio.
Vaciar una fosa no es tan sencillo, es necesario limpiarlas de vez en cuando para que no surjan problemas derivados de su mal funcionamiento, problemas que pueden tornarse bastante serios y hay factores que debes tener en cuenta.
Por ejemplo, una fosa séptica acumula lodo, grasa y la suciedad que con el tiempo se acumula en el fondo, lo que va disminuyendo la capacidad de la fosa y perjudica tu drenaje. Lo habitual es limpiar el contenido de tu fosa cuando el nivel alcance aproximadamente la mitad de la capacidad.
El clima de tu región también afecta al mantenimiento de la fosa séptica, lo que te obliga a realizar el mantenimiento más a menudo. El tamaño de la fosa y el caudal del agua residual, también son factores importantes que influyen directamente sobre el tiempo de mantenimiento.
El mantenimiento de una fosa séptica debe quedar en manos de un profesional.
La frecuencia con la que se deberá limpiar la fosa dependerá del uso que se le da y del estado en el que se encuentran las instalaciones. El proceso de mantenimiento es una tarea compleja. Al abrir la tapa de la fosa, se liberan gases del interior y es importante no respirarlos, porque son tóxicos, muchos de ellos son inflamables.
La fosa séptica acumula gases como el sulfuro de hidrógeno, un gas muy inflamable y en bajas concentraciones, puede causar irritación de ojos, dolor de garganta y tos, falta de aire y líquido en los pulmones; metano, también inflamable y reduce la cantidad de oxígeno en el aire; el amoniaco, en elevadas concentraciones produce irritaciones de garganta, inflamación de los pulmones e irritación ocular.
El monóxido de carbono, es especialmente peligroso; es un subproducto del gas metano, no lo detectamos, ya que no tiene olor y en altas dosis, llega a ser mortal.
Por otra parte, el dióxido de azufre afecta a las mucosidades y los pulmones provocando ataques de tos. En altas concentraciones puede irritar el tracto respiratorio, causar bronquitis.
Por todo lo anterior, y para evitar problemas en el futuro, es necesario un correcto plan de mantenimiento y vaciado periódico en manos de profesionales.
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